Quien elija un modo de vida sedentario, tendrá que estar en condiciones de soportarlo

Como decía un fisiólogo finlandés: “si alguien decide tener un modo de vida sedentario, le pediré un chequeo completo para ver si está en condiciones de soportarlo“. La afirmación no hace más que fundamentar lo riesgoso que puede ser llevar una vida sedentaria.

La inactividad física constituye un factor de riesgo modificable para gran parte de las enfermedades que acechan al mundo en la actualidad, por eso la persona que opta por el sedentarismo debe saber que está amenazando notablemente su salud, pues el ser humano no está preparado para vivir en tales condiciones.



Las personas consideradas sedentarias son aquellas que gastan menos del 10% de su energía diaria en la realización de actividades de intensidad moderada-alta o quienes hacen menos de 30 minutos al día de actividad física moderada la mayoría o todos los días de la semana.

También puede considerarse sedentarios a aquellas que que gastan menos de 150 Kcal por día en actividades moderadas/intensas.

En la actualidad la mayor parte de la población mundial no alcanza los 30 minutos de actividad física diario, por lo tanto, la mayoría se encuentra amenazando su salud por los riesgos del sedentarismo.

Quien elija un modo de vida sedentario, tendrá que estar en condiciones de soportarlo, ya que el sedentarismo conlleva los siguientes riesgos: enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2, obesidad, hipertensión arterial, osteoporosis, enfermedades articulares, cáncer de mama, cáncer de colon, depresión, dislipemias, contracturas y muchos otros.

Es claro que no cualquier individuo puede soportar todo ésto que implica no moverse. Y aquel fisiólogo tenía mucha razón en su afirmación, la vida sedentaria no es para cualquiera, es un estado carencial que el ser humano difícilmente puede soportar.

Quizá analizando esta afirmación y viendo desde este aspecto al sedentarismo, todos nosotros encontremos mayor motivación para movernos cada día, realizar actividad física y cuidar nuestra salud de este mal actual que tanto puede dañarnos.

Por: Gabriela Gottau