sábado, 29 de enero de 2011

El muro de los 30 Kilómetros: La verdadera prueba

“Correr contra la pared” como es conocido por muchos deportistas conlleva un dramático cansancio. La razón es que las reservas de glucógeno se agotan. Esto se debe a la transformación de hidratos de carbono, que son consumidos rápidamente.

Los corredores pueden almacenar aproximadamente 2.000 kilocalorías en su cuerpo. Esto alcanza tan sólo para 30 kilómetros.



La meta del entrenamiento de maratón debería ser incrementar la capacidad de almacenamiento de las reservas de glucógeno, para que el rendimiento no se vea tan afectado con el consumo de las mismas. No todo corredor tiene que vivir esta experiencia, ya que el porcentaje de grasa en el cuerpo, el peso, la velocidad y el estado físico son factores que pueden influir en este problema. También es decisiva la fuerza mental del corredor en un momento de fatiga.

A la mayoría de los corredores se les hace mucho más difícil seguir corriendo después del kilómetro 30. Cuando las reservas de glucógeno llegan a su fin, el cuerpo tiene que optar por las reservas de grasa que no puede ser quemada tan eficientemente.

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